domingo, 15 de agosto de 2010

Somos Dos en uno




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Sipnosis: Edward  debería estar feliz. Es guapo, tiene dinero y es el propietario de su propia cadena de hoteles del país. Pero le falta alguien con quien compartir su éxito. Cansado del mundo de las citas y de mujeres vanas, Edward  ha abandonado su búsqueda del amor hasta que Bella Swam, una chica  de su pasado, entra en el hotel para vacacionar
Nota: Adaptación de la novela Todos apunto… y Personajes de Meyer   

Cuando se conocieron años atrás había demasiados impedimentos en su camino. Pero ahora que las circunstancias han cambiado, nada le detendrá hasta reclamarla como suya.
                       Capitulo 1 Grato encuentro
POV EDWARD 
—Lo que necesitas, amigo mío, es echar un descanso con una nena.
 Levante  la cabeza de la montaña de papeles en la que había estado trabajando.
— ¿Ya empezamos?- dije
Una risa onduló en la garganta de Jasper.
—Eso es exactamente lo que necesitas hacer. Una y otra vez.
Con un suspiro de exasperación, aparte los formularios de inscripción de los huéspedes, sabiendo que no iba a hacer mucho más a menos que me deshiciera de mí molesto mejor amigo y socio de negocios.
— ¿Tienes que ser tan vulgar?- espeté
Jasper  levantó una ceja.
— ¿Y tú tienes que estar como si tuvieras un palo en el trasero? Estás tan malditamente tieso estos días que has perdido completamente tu sentido del humor. Dime, ¿duele?
— ¿Qué?
—El palo en el trasero.
frunci el ceño, cruzando los brazos sobre el pecho.
—Qué listo. ¿Cuánto tiempo te tomó llegar a esa conclusión? - pregunte con sarcasmo.
—Sólo estoy diciendo, hombre, que estoy preocupado por ti. Los negocios no pueden ir mejor. Este es el lugar más caliente para trabajar fuera de la ciudad y nuestros otros hoteles  lo están haciendo igual de bien, pero estás decidido a forzarte a ti mismo con todas esas horas extras. ¿No crees que sea tiempo de empezar a disfrutar de los frutos de tu trabajo?
—Tú los disfrutas lo suficiente por los dos-. Le aclare.
- Cómo puedes estar fuera hasta tan tarde en la noche y estar aquí a tiempo a la mañana siguiente es algo que no logro entender-. Pregunte con admiración algo raro para mí en jasper
Jasper  se encogió de hombros.
—Yo sé cómo equilibrar mi horario. Además, mucho trabajo y nada de diversión hacen a Edward un chico aburrido. No puedo criticar tu sentido en los negocios, pero no puedes hacer de esto tu vida. Es hora de dejar de lado el pasado. Ya no tienes nada que demostrar.- me dijo con sinceridad eso fue lo que me hizo enojar que tenía razón.

Las ventanas de mi nariz llamearon. Jasper  había cruzado la línea, trayendo el tema prohibido.

—Tengo mucho trabajo que hacer, como puedes ver. Además una de las recepcionistas  llamó diciendo que está enferma y voy a tener una reunión con su cliente importante  en los próximos veinte minutos. Así que si no te importa, Dr. Phil, por favor ahórrame el psicoanálisis. Puedo estar sin él, muchas gracias.- di por cortado el tema. Ya que era doloroso para mí.

Jasper  levantó la mano en un gesto de defensa. — ¡Wow! Sabes que lo quise decir sin ofender. La única razón por la que estoy trayendo el tema a colación es porque me importas. Nadie está más orgulloso de tus éxitos que yo pero ¿cuál es la gracia de ser rico si no lo disfrutas? Demonios, ni siquiera tienes citas.- eso si ya me estaba hartando
Apretando los dientes, esquive la directa mirada de jasper.

—Tengo citas- dije

—Difícilmente. ¿Qué pasó con la nena hermosa de victoria, ? ¿La pelirroja con un cuerpo maravilloso que no querías dejar? ¿No fue hace meses? No acabo de entender como la dejaste ir.

—Tal vez la dejé ir porque prefiero hablar de algo que no sea tiendas y modas, y de cómo su belleza es una pesada carga. Ella no podía dejar pasar un espejo sin estudiarse durante diez minutos. Prefiero estar con alguien un poco menos narcisista.
Jasper puso los ojos en blanco. —Así que era un poco presumida. Tenía todo el derecho a serlo. Esa mujer era ardiente y realmente fácil.
masaje las sienes tratando de alejar el dolor de cabeza que llegaba. Últimamente había estado empezando a estar insatisfecho con el panorama de las citas. Ninguna de las mujeres que conocía había estado a la altura de su ideal. Tal vez estaba siendo demasiado exigente.
Había aprendido hacía mucho tiempo que, mientras la belleza exterior era agradable, la que venía desde el interior era mucho más valiosa.
—Tengo veintinueve años, bien pasada la edad de buscar una conquista fácil. Y cuando tenga otra cita, será con una mujer que tenga un poco más de sustancia. Mira, te agradezco la preocupación, pero prefiero no hablar de esto ahora. Tengo que encontrarme con mi clienta pronto y me gustaría ocuparme de estos formularios primero.
Jasper  sacudió la cabeza con desaprobación evidente. —Está bien, pero si sigues así estarás trabajando para una muerte prematura.

—Eso debería ser preocupación mía, ¿no te parece?- le dije

—Eres un necio idiota —obviamente, al darse cuenta que no iba a ninguna parte, jasper  cambió de tema—. ¿Qué recepcionista ha llamado?

—Kristen. Ella falta más de lo que está aquí. Le he estado dando más advertencias que a los otros recepcionistas. Además, pasa más tiempo coqueteando con sus clientes que ayudándolos  en su estadía aquí. Voy a tener que echarla.

—Aww, ten corazón. Está pagándose la universidad.- me dijo

—Es exactamente por eso por lo que ha tenido más oportunidades de las que se merece. - comente.

Construimos el nuevo hotel en Miami y que me condenen si permito que la reputación de estos hoteles se pueda ver afectada por cualquier persona. El servicio de calidad está garantizado y tengo la intención de que sea así siempre.

—Sí, sí, Capitán —jasper me dio un saludo irónico y golpeó sus suelas de los zapatos.
No le encontraba la gracia. Suspire cuando estuve solo otra vez. En el fondo me daba cuenta de que jasper, mi mejor amigo desde la universidad, tenía buenas intenciones, diciéndome que dejara atrás el pasado. Pero era el pasado lo que lo había llevado al éxito que tenía hoy. Como consecuencia de un hogar roto, había sido criado por una madre alcohólica que me decía que nunca lograría nada.
Delgado y desnutrido, había sido el blanco de los matones. Aunque le había confiado a jasper acerca de mi infancia, estaba seguro de que nadie podía darse cuenta realmente de lo que había aguantado, lo que significa que te llamen perdedor todo el tiempo. había sido el niño invisible hasta que una persona me enseñó el valor de la autoestima. a menudo me preguntaba qué había sido de ella.

Mire su reloj, y me di cuenta de que era hora de conocer a mi clienta – la clienta de Kristen. Bajando la escalera, me detuvo cuando vi a la mujer que estaba junto a la recepción. me resultaba familiar.
No.
No puede ser. Contente. Te estás imaginando cosas. Pero cuanto más se acercaba, más le recordaba a alguien a quien conocía. Ella era menor, por supuesto, un poco más delgada, pero reconocería su perfil en cualquier sitio. Dios sabía que la había mirado por incontables horas cuando ella me enseñaba.

Ella se giró hacia mí y se me detuvo el corazón. Era Bella  Swam, la linda estudiante de profesor por la que había sentido un flechazo desde el momento en que la conocí. Su suave piel brillaba. Tenía grandes ojos color chocolate en los que cualquiera podía perderse y un conjunto de exuberantes labios sin pintar que solía soñar con besar. Llevaba un listón rojo en la cabeza, con el pelo recogido en una cola de caballo. Deje que mi mirada se deslizara sobre el resto de bella.

Su cuerpo estaba tan esbelto cubierto por un vestido de verano que no hacía nada para ocultar sus curvas voluptuosas. Ella era tan hermosa como la recordaba.
 El pulso se me aceleró y mi miembro se agitó. Cálmate, muchacho. La última vez que había oído hablar de ella, estaba casada y tenía un hijo e incluso si su situación había cambiado, ¿quién podría decir si ella se sentiría atraída por un hombre como yo?
— ¿Bella Swam?
Ella sonrió tímidamente. —Bella Black- me corrigió añadiendo, en realidad. Debo haber puesto mi nombre de soltera por error en el formulario. ¿Eres el guía ?
Podía sentir mi  decepción. Ella, obviamente, no me reconoció.

— ¿Es un problema? - pregunte.

—Bueno, no quiero ser grosera, pero había solicitado una mujer.- dijo en tono de disculpas hacia mí.
  Me sentiría más cómoda...- añadió

Había mucha incertidumbre en su voz. Su vulnerabilidad era evidente y quería tomarla en mis  brazos y tranquilizarla diciéndole que todo estaría bien.

Sonreí  para demostrarle que no había resentimientos.
—No me lo tomo como una ofensa. Me disculpo sinceramente porque su pedido no sea posible en este momento, por desgracia, la guía y recepcionista que inicialmente iba a estar con usted enfermó. Si desea reprogramar con otra guía, estaré encantado de hacer una cita para usted ahora.- dije sabiendo que las palabras salían sin mi voluntad
-Sin embargo, estaría más que feliz de empezar su régimen de guía - termine por decir. Esperando su veredicto.

Ella de repente pareció angustiada, sus ojos se movían rápidamente de izquierda a derecha, como si estuviera buscando a alguien que la rescatara. Su boca se movía, pero no le salían las palabras. ¿Qué había en mi que la ponía tan nerviosa?
di un paso acercándome, pero cuando ella dio uno atrás, me detuvo.
— ¿Está bien?
Bella  se humedeció los labios con la punta de la lengua, obligando a sus ojos a seguir el movimiento. Ella, obviamente, no se dio cuenta de lo que ese inocente pequeño ademán le hizo a su equilibrio. Era extraño que mi atracción por ella no hubiese desaparecido después de todo ese tiempo, sin embargo, ella parecía tan desinteresada en mi como hombre como lo había estado cuando le enseñaba.
—No estoy segura si esto será una buena idea. Uh, ¿usted trabaja aquí todo el tiempo? - me pregunto

Fruncí el ceño, deseando saber por qué me lo preguntaba.
—Sí, estoy aquí todos los días. En realidad, soy -propietario del hotel - dije con orgullo de mi mismo.

 Sus ojos se agrandaron. — ¿Usted es propietario de este lugar? ¿Entonces por qué está de guía para turista y recepcionista? -pregunto su voz era apenas un susurro.

—Algunas veces me ocupo cuando es necesario, pero aún tengo clientes propios. Este puede ser mi hotel, pero eso no me impide hacer la parte favorita de mi trabajo. Espero que cambie de parecer y me deje ayudarla —dije  en voz baja, con la esperanza de ganarme su confianza.

 Era gracioso porque no recordaba que fuera tan nerviosa.
Desesperadamente quería que dijera que sí. La idea de pasar tiempo con bella  era demasiado imposible de resistir. Ella sacudió la cabeza, dando otro paso hacia atrás.

—No lo creo. Estoy segura de que usted sabe hacer bien su trabajo, pero... — sus párpados cayeron, ocultando sus expresivos ojos.

Actué por impulso, le cogí las manos. —Bella, me ayudaste mucho. Por favor, déjame devolverte el favor.-

Ella contuvo la respiración.
Hipnotizada. Era como estaba bella cuando miró  el par de intensos ojos verdes.

¿Cómo era posible que ella me  hubiera ayudado? ¡Y qué hombre era!  De pie por lo menos estaba cinco centímetros por encima de sus propios 1,78, yo poseía un cuerpo musculoso que la mayoría de los hombres pasaban años en el gimnasio tratando de lograr.

Mi camiseta no hacía nada para disimular mi tonificado torso y mostraba mis bíceps perfectamente esculpidos. Cuando baje  las escaleras, bella  no pudo dejar de advertir cómo se presionaba contra mi cuerpo, insinuando unos abdominales duros como rocas.
Se le secó la boca. La atracción instantánea que sintió hacia mí y yo hacia ella  fue perfecta sólo podía conducir a la vergüenza, por yo la necesitaba y necesitaba salir de aquí y rápido.
Bella  había pedido una guía mujer  porque estaba auto-concienciada para pasarla bien en serio por primera vez en más de trece años. Ella no se sentiría cómoda con la idea de que un hombre la siguiera a todas partes y mucho menos estar con él. Al menos con una mujer no estaría tan terriblemente avergonzada. Aunque había sido agradablemente verla antes de su boda, bella  se había mantenido activa. Dedicar su vida a un hombre al que no le importaba un comino, sin embargo, se había cobrado su peaje en su cuerpo y en su mente. Ahora, con una talla menor. Odiaba la forma en que su trasero se movía mucho y captaba mi atención. O cuántas veces le habían dicho que su cara era bonita.

POV BELLA
La gente a me decía que llevaba bien mi peso debido a mi  altura, pero en mi mente eso no hacía ninguna diferencia. Ahora, estando delante del escrutinio de ese  adonis, me sentía como un borrón absoluto.
— ¿Bella? —el hombre bueno habló otra vez, su voz suave como el terciopelo, rompiendo sus silenciosas reflexiones.
Cuando intente retirar mis manos, él las sostuvo con fuerza. ¿Por qué estaba tan desesperado por este asunto? —No estoy segura de saber de lo que estás hablando. ¿Cómo te he ayudado? No nos conocemos.

La sonrisa de él se hizo más ancha. Incluso sus dientes eran perfectos.

Basta, bella, estás siendo ridícula., probablemente le gustan las mujeres rubias y delgadas. El me miro decepcionado.
—Me pregunto si debería estar molesto contigo por no reconocerme.-

Le dirigí una mirada larga y dura. Si le hubieran conocido, lo habría recordado.
Pero entonces hice una pausa. Había algo familiar en el centelleo de sus hermosos ojos.

No. No podía ser. — ¿Edward? ¿Edward Cullen?
Él se echó a reír. —Sí. ¡Qué casualidad encontrarte aquí. Te ves muy bien.

Antes de que pudiera refutar el hecho, él me abrazó. Su perfume era crudo y masculino. me sintió mareada por su proximidad. presione las manos contra su pecho con la intención de apartarlo, pero en el momento en que mis palmas tocaron el duro contorno de los músculos no hubiese podido moverse ni para salvar su vida.

Sus ojos se cerraron, enviando un temblor de conciencia evidente a través de su cuerpo.
 Si no lo supiera mejor, podría pensar que estaba interesado en mi por la forma en que su verde mirada barrió mis  facciones como si las grabara en la memoria. Al darme cuenta de que mis manos aún descansaban sobre él, me alejó, mientras una risa asustadiza se desprendía de mi garganta.

— ¡Wow, te ves fabuloso. ¡Y eres el dueño de este hotel! Sabía que ibas a tener éxito algún día.- le comente.

—Fue gracias a ti, comencé a creer en mí mismo. Cuando todo el mundo se había dado por vencido conmigo, me empujaste, fastidiaste y animaste. Nunca lo olvidaré —la sinceridad de su voz me llegó hasta las entrañas.

—Gracias. Significa mucho para mí oírte decir eso —dije recordaba cuando yo era una estudiante de profesorado en mi último año de universidad. Había sido mi deseo trabajar con estudiantes porque ellos eran los que necesitaban más ayuda “chicos problemas”. Así fue como conocí a Edward. mi corazón se conmovió por el que se comportaba incorrectamente en vez de prestar atención en clase.

La primera vez que me acerque a él  ofreciéndole ayuda él se había resistido, pero mi terquedad no me permitió darme por vencida. Finalmente lo había agotado y él estuvo de acuerdo conmigo en tener sesiones de tutoría. Las lecciones fueron frustrantes al principio porque Edward  había oído durante tanto tiempo que era estúpido que se lo creía. En poco tiempo, sin embargo, descubrí lo brillante que era. Mediante una serie de pruebas, me di  cuenta que era disléxico y eso era razón por la que tenía problemas para mantener la concentración en clase.
Una vez que el misterio estuvo resuelto, el resto fue fácil. Edward  se convirtió rápidamente en un estudiante modelo. Dejó su actitud
Derrotista y se metió en el cuadro de honor. Después del fin del año, recibí mi Licenciatura en Educación. Después de eso, mi novio Jacob Black  fue promovido a un puesto de trabajo en Seattle. El y yo habíamos mantenido contacto a través de cartas y correo electrónico, pero con el tiempo, con mi vida ocupada y un hijo que cuidar, perdimos el contacto.

Sonreí. —Me alegro de ver que lo hiciste tan bien por ti mismo. Creo que hay algunos hoteles más en el país de este lugar verdad.-

 -Éste resulta estar a poca distancia de mi apartamento.- dijo

— ¿Qué te trae de vuelta a Filadelfia?- me pregunto

Trate de mantenerme  inexpresiva, pero no pude evitar una mueca.
 — Divorcio. Mi hijo y yo nos mudamos aquí para estar más cerca de mi familia.- dije derrotada.

—Siento escuchar eso.- dijo su disculpa era sincera

Pero no sabía por qué, pero no parecía apenado en lo más mínimo. Tenía que ser mi  imaginación.

—Está bien. Mi ex y yo en realidad llevábamos separados un par de años. Era sólo cuestión de tiempo que pusiéramos fin a las cosas. —Qué natural sonaba. No hacía mucho tiempo hubiera caído en pedazos con la mención de eso, pero ahora el dolor no era tan insoportable como lo había sido. Cuando Jacob  me  dejó por una mujer más joven, mi se hizo añicos. Había tratado de complacerlo durante nuestro matrimonio, pero nunca parecía ser suficiente.
Si no hubiera sido por mi hijo Nahuel todavía estaría en un estado de depresión. En retrospectiva, sabía que estaba mejor sin Jacob en mi vida, pero las cicatrices eran profundas. Él nunca me puso la mano encima, pero el abuso verbal había sido mucho peor.

—Aún así, puedo imaginarme que no habrá sido fácil para ti.- dijo

deje escapar un profundo suspiro. —Lo que no mata nos hace más fuertes.- dije resignada.

Él asintió con entusiasmo. —Esa es una gran actitud a tener. Estás como te recuerdo- dijo
no podía dejar de reír, el me hacia reír hace tiempo que no lo hacía ahora volvía a sonreír  

— ¡Venga ya! No estaría aquí si no fuera por eso - le dije Edward  abrió la boca y la cerró, como si fuera a decir algo pero decidiera lo contrario. Él probablemente estaba de acuerdo con migo. Pero ¿por qué eso me molestaba tanto? Eso sólo reforzó mi determinación de cambiar mi cita. Sabía que cualquier persona  con la que trabajara aquí me diría donde podía pasar calmada distrayéndome del estrés. La idea de que Edward pasara a mi lado era inquietante.

Por supuesto, hubo un momento en el que forjaramos una amistad, pero eso fue cuando él era un estudiante y yo era  una tutora. En ese papel, me se sentía confiada y segura de sí misma. Aquí, en territorio de Edward, me sentía vulnerable. Por otra parte, Edward no me había mirado de esa manera desde cuando tenía quince años. Era demasiado sexy para su tranquilidad.

—Bueno, eh, fue genial verte de nuevo y estoy muy feliz por todos tus éxitos, pero creo que debo irme. Tengo varias pruebas que evaluar.- dije zafándome de él.

Él sonrió, rozando mi brazo con los dedos.
 — ¿No quieres pasear? Quiero decir, por eso estás aquí, ¿verdad?

—Sí, pero creo que voy a tener que reprogramar.- dije, su cara perdió su tono juguetón.

— ¿Por qué? Sé que pediste trabajar con una mujer, pero te prometo que haré que esta sea una experiencia divertida para ti.

¿Cómo iba a salir de esto sin parecer una idiota? no podía decirle lo atraída que estaba por él.

La vida tenía una manera de lanzar bolas curvas. ¿Por qué el primer hombre que había encontrado atractivo en tanto tiempo tenía que ser mi ex-alumno? Esto debía estar mal en muchos niveles. —Sólo que no creo que fuera una buena idea.
La sonrisa se cayó de sus labios. —Ya veo. Bueno, si eso es lo que prefieres, voy a examinar el libro y podemos ver la disponibilidad de algunas de nuestras guías “mujeres”.- dijo decepcionado.

Le había herido en su intento de protegerme de mí misma. No había sido mi intención. sabía que estaba siendo estúpida, pero maldita sea, ¿cómo podía pasar un momento decente con él, si mi mente estaba llena de imágenes carnales? Tal vez si pensaba en él como en el chico que conocí en vez de en el hombre en el que se convirtió, podría funcionar.

Después de todo, este era Edward.
¿Por qué no trabajar con él? No podría ganar nada con esta atracción que sentía por él de todos modos. Además, quizás esto era simplemente una aberración por mi parte.

Edward  caminó detrás del mostrador y cogió una carpeta grande y negra.
 — Estoy seguro de que podremos encontrar a alguien aquí para satisfacer tus necesidades —su voz era inexpresiva, toda emoción se había ido de él.

Me mordió el labio inferior. ¿Debía decir algo?

—Creo que he encontrado a alguien para ti. Su nombre es Sally. Está con nosotros hace un par de años y es realmente estupenda con la gente. No tengo ninguna duda de que las dos estaran bien juntas.- dijo aun decepcionado.


—Edward , yo... Bueno, tal vez podemos hacer caminatas  de ahora. Estoy aquí, ¿no? —movía mis pies, tratando de detener el nerviosismo que sentía en la boca del estómago.

Él levantó una ceja broncínea. — ¿Estás segura? No quiero que hagas algo que te moleste. Por favor, no te sientas presionada a estar conmigo porque nos conocemos. Lo más importante es asegurarse de que estás cómoda con tu guía.
le estaba ofreciendo una excusa y una parte de mi decía que la aceptara, pero la otra mitad no podía apartarse de él tan fácilmente.
—Creo que voy a estar bien contigo. Estaba haciendo el tonto. Me gustaría comenzar ahora.

La sonrisa de él volvió, haciendo que perlas de sudor estallaran fuera de sus poros. Se le aceleró el pulso. Dulce Dios, ese hombre era magnífico.

—Muy bien, voy a hacer todo lo posible para que esta experiencia sea inolvidable.
Esto era exactamente lo que me temía.

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